Nuestro trabajo empieza con un sofá sucio y termina con un cliente satisfecho.
Quizás pienses que, si tu sofá no tiene manchas, está limpio… pero no, has de saber que la suciedad que acumula debido a:
- • Suciedad cotidiana y polvo
- • Restos negros de ropa vaquera
- • Pelos y caspa de mascotas
- • Acumulación de piel muerta
- • Brillo de desgaste en reposabrazos y cabezales
Hace que tu sofá sí que esté sucio, pero por dentro, lo que puede llegar a ser perjudicial para niños y bebés, personas con alergias, con asma o dermatitis, y personas mayores.
Lo que nosotros hacemos, mediante la limpieza profesional de sofás, es la eliminación total de esta suciedad acumulada, que es la que no se ve, pero puede llegar a ser mucho más perjudicial que una mancha.